Amanece y hoy los pájaros guardan silencio, solo se escucha el ruido de los coches que pasan por la carretera. Te despiertas y no pocos son los que ponen la radio nada más levantarse, pero no todos para escuchar música, es verdad, algunos lo hacen para escuchar las noticias, aunque ¿la cortinilla que da paso a las noticias no llevaba música? Vaya, qué casualidad. Otros no la encienden hasta que llegan a la cocina mientras se preparan el desayuno, algunos lo hacen mientras se duchan, y los que no, probablemente tararean su canción favorita mientras se enjabonan, ¡que hoy no existe la música! A continuación nos sentamos en el sofá a desayunar y los que no han conectado su radio, encienden el televisor; vaya, otra cortinilla sin música en las noticias, qué raro ¿verdad? Y llegan los anuncios ¿publicidad sin música?, ¿en qué planeta vivimos? Pero bueno, c<Aontinuemos nuestro día. Cogemos el coche para ir a trabajar y mientras nos comemos el atasco de cada día ¿no hay música en la radio? Qué aburrimiento ¿no? Que no tengo coche y voy en autobús o en metro ¿para qué llevaré estos auriculares si no hay música que escuchar? Al menos aquí me puedo sumergir en un libro. Llegamos a trabajar, aunque hay algo raro, ya no hay hilo musical en la peluquería, mientras preparo los menús en la cocina del restaurante, mientras trabajo en el laboratorio. ¿Que eres estudiante? Tranquilo, en el intercambio de clase no podrás enseñar el nuevo videoclip de Arctic Monkeys a tus amigos, bueno, sí que podrás, pero sin que suene nada. Llega la hora de la comida y bajas a la cafetería ¿no había siempre puestos canales de música y videoclips?
Por fin acaba la jornada, unos se van al gimnasio y otros prefieren tomar algo en un pub, otra vez sin música. Un poco tétrico todo. Al llegar a casa te sientas en el sofá reventado de todo el día y decides ver una película tranquilamente, pero ya no hay banda sonora, sólo diálogos. Regreso al futuro, Star Wars, Superman, Cazafantasmas, La Profecía, La lista de Schindler y Lawrence de Arabia, todas sin música ¿Puede ser más triste una vida así?
Nos guste o no, la música rodea nuestras vidas y a pesar de que hoy en día haya perdido el valor y el prestigio del que disfrutó en otros tiempos, debido al poco respaldo de las administraciones públicas entre otras cosas, todos nosotros, creadores y consumidores, debemos respetarla, fomentarla y cuidarla.
Como bien dijo Friedrich Nietzsche “sin música la vida sería un error”.
Nos lo dices o nos lo cuentas, la vida sin música no sería vida, solo un monótono suceso de acontecimientos … nuestra cabecera es nuestra certeza.
Abrazos
Gracias por comentar.